Ella

Eran las 5 de la tarde y seguía pegado a su ordenador. Después de más de ocho horas los ojos le empezaban a escocer y le costaba mantener la vista fija sobre la pantalla, pero no podía moverse. Volvió a cliquear en el buzón de entrada y nuevamente seguía sin llegar ningún mensaje. Echó un vistazo a la hora en el ordenador, las cinco y dos minutos y todavía sin comer. Su estómago rugió para constatar el hecho y protestar. Resignado apagó el ordenador y se fue para casa. ¿por qué no había recibido nada? ni un email, una llamada, ni siquiera un sms, ella solía mandar muchos. Y de repente había desaparecido.

Se conocieron hace un mes, aunque hace un mes que ella no daba señales de vida. Los dos estaban pasando por un momento difícil y compartieron sus inquietudes. Ella, mucho más joven que él, le invitó a cenar. A él le pareció que quizá no era una buena idea, dada la diferencia de edad pero se habían contado cosas que les habían unido y pensó que por qué no. La velada transcurrió entre risas, más confidencias y al final con un beso. Ese beso fue muy especial. Nunca antes había sentido esa sensación. Eso y la forma en que ella le miraba. A partir de aquí no pudo resistirse más y se dejó llevar. Al cine, al teatro, cenar en un chino...todo era especial. Después llegó el sexo. Ella, mucho más experimentada que él, le trató con dulzura, el se limitó a quedarse hipnotizado por sus ojos. Como digo fueron dos semanas nada más. Lo justo para que él ya no pudiese pensar en otra cosa. Ahora ella había desaparecido. En su casa un cartel de se alquila y en el trabajo decían que hacía tiempo que no iba y que ya no esperaban que volviese. 

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