Que historia ni que niño muerto

Era el pistolero más temido y el más odiado, sin embargo, en su vida había pegado un tiro. Y porque!!!? os preguntareis, y yo tardo un rato en contestar porque me lo estoy inventando sobre la marcha y...YA!. La gente le temía, sí, y como he dicho antes no había pegado un tiro en su vida, de hecho no llevaba ni pistolas. Lo que el llevaba colgado del cinto era un niño muerto, tomaa!, eso acojona un huevo, no me digas que no. Porque uno que lleva dos pistolas, una a cada lado de su cadera, te puedes hacer una idea de que puede hacer, pero uno que lleva un niño muerto colgando...te cagas. Y es que te quedas pensando pero que...? y te empiezas a preguntar, "pero eso es un niño muerto?" "Y de dónde lo habrá sacao?" "Será suyo?" Pero no hay cojones de preguntar directamente. Algún despistao que viene a la ciudad y no sabe de que va el asunto mete la pata : "Chicoooo! que llevas un niño muerto colgando!!" En seguida la gente le hace callar por lo bajini, "Calla desgraciao, no ves que es el del niño muerto, por eso lo lleva colgando", y el otro que cae en la cuenta, "andaaaa!!, o sea, que es este, ya decía yo", y ya por fin se calla, y todos tranquilos, al menos un rato. Decían que vivía por la zona de Cadrete, en Zaragoza, en aquella época, antes del bum urbanístico, y que se le veía lavar a la criatura en el rio, el Huerva creo que es. Sólo, unicamente acompañado por el macabro llavero, pasaba los días en las áridas montañas cercanas a la carretera de Valencia leyendo cada día en el periódico como subían los tipos de interés, lo que le arrancaba un suspiro de resignación. A veces también se le oía subido a uno de esos montes agitar el cadaver a modo de indígena australiano creando un zumbido espantoso que hipnotizaba al que lo escuchaba, que decía para si "pero que coño...?".

Odiadooo, pues también, era muy traicionero, y a la mínima te hacía trampas al risk, que si se ponía un par de tropas de más, en el monopoly que si se echaba unos billetes como quien no quiere la cosa, y lo peor, hablaba en el guiñote, que lo inventó un mudo, y eso lo sabe todo el mundo. Y el contestaba "que mudo ni que niño muerto" y con eso bastaba para que no hubiera renuncio y chitón tol mundo. Ya te digo, y si perdía a reclamar al maestro armero, porque te decía "que dinero ni que niño muerto" no veas que cague.

Ahora ya hace años que no se sabe de él. Algunos dicen que el niño se pudrió definitivamente y se le cayó del cinto y que desde entonces no es el mismo y por eso se fue. También dicen que se fue a María de Huerva huyendo de la imparable maquinaria de la construcción, y que ya se podía haber ido un poco más lejos, pero que no había línea de autobús o no se que. En fin que hace tiempo que no se le ve.

Aaaay, me voy a comer, que haaambre.

Adios