Lanzarote, que lugar

Lanzaroooooteeee, tierra soñada por mi, mi cantar se vuelve gitano al llegar al hoteeeeel, mecaguen tooooooooo. Noooooooooooooo!, una vez más las fotos y la de la agencia nos la han metido doblada. Recuerdo cuando en la agencia de viajes nos enseñaban las fotos, y nos vendían el todo incluido como un placer reservado para unos pocos...unos pocos, solo el 20% por ciento de la población mundial, en el hotel, y con hambre señores, porque esta gente trae hambre, y no es que se les vea desnutridos, no, para nada, han ido almacenando a lo largo de los años para irse a pasar las vacaciones al Timamfaya y sin bajar de allí en un mes.

La habitación ambientada en los años 60 no estaba mal del todo y las 7 piscinas olímpicas se convirtieron en 6 charcos grandes, de las cuales tres no pasaban de bañeras pequeñas. Y la zona de spa, no te la pierdas, eso s pa los primeros que llegan, y se quedan, pa siempre, hasta que mudan la piel, los muy cabrones. Tres jacuzzi había en total, y os juro que las tres familias numerosas que había el primer día, ahí siguen. Y el gimnasio, uy el gimnasio, este gimnasio era con J, y sin la M, jinnasio. Ahi no iba ni Dios, por algo será.

Como os he dicho la gente traía hambre, supongo porque ya sabían a lo que venían, nosotros, sólo trajimos la justa, la de cada día, ya sabes: desayunar, comer, cenar, y poco más. Y cual fue nuestra sorpresa cuando al llegar a la puerta del comedor, más o menos dos campos de fútbol, descubrimos a unas 2 mil personas llevando platos llenos de macarrones con croquetas, unas patatas fritas y un par de chuletas de cerdo, ooo ensaladilla rusa (que no falte ningún día, era la estrella) con pate, dos tostadas y una pata pollo. Todo a la velocidad del que llega el último maricón. Os aseguro que hay que echarle huevos para meterse ahí. De echo te da pie un señor en la entrada, que sudaba a mares, como cuando te vas a meter a saltar a la comba, "...le dijo el barquero, pilla ensaladilla que se la lleva el de vaqueros..." y Ya! ahí que te metes y venga, pilla plato, "Cariño tu a por mesa, correee!, no mires atrás", "cógeme ensaladilla por favor" , "Y dale con la ensaladilla".

Después de vários días le pillas el truco y te sientes más preparado para la vida diaria. También descubres que la pasta de ayer hoy está con salsa, que el pollo sigue ahí, porque a esta pata le hice una muesca y aquí que está, y que este señor...oiga!...está muerto, y bueno, esto es la vida en un todo incluido, puede que no salgas del jacuzzi y puede que no salgas con vida. Yo, después de esto me siento más hombre, he hecho la mili que no hice en su día.

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Adios