La Bomba cuarta parte

Para el que no se acuerde que empieze por el principio, la Bomba, la bomba segunda parte y la bomba tercera parte.

Los Ripollés erán, y son, supongo, dos hermanos, Ricardo y Luis, muy majos. Sus padres, muy majos también, les sometían a una ferrea disciplina entre estudios y entrenamientos diarios de fútbol. Eran más majos. Y nosotros, eramos unos cabrones. Bueno yo era menos cabrón, porque el que tomaba las decisiones era Angelito.Yo sólo era un poco gilipollas por hacerle caso. La cosa es que la historia se les presentó como una gran aventura y los pobrecicos se apuntaron a la segunda incursión al campamento esa tarde. Paco "el guarro" y David "el pajillero" decidieron repetir debido a la frustrada pero no menos emocionante excursión de la mañana.

Después de comer todo estaba dispuesto. Angelito hizo recuento, estabamos todos. Material a llevar, uuuummmm, bañadores y zapatillas? si, mejor, porque ir en pelotas no se llevaba todavía. Aunque hubiera tenido su punto, sobre todo yo, moreno, musculado y sudando con ese calor, ay!, perdón, que tonto, estaba escribiendo en alto. Sigo.

Angelito, los Ripollés y yo ibamos los primeros de camino al cuartel, los otros dos se habían parado para ver el apareamiento de dos hormigas cachondas o yo que sé. Entonces nada más traspasar la entrada del cuartel, en conversación animada, los Ripollés con cara de "guaaaauuu". (aquí cambia el tiempo verbal) Yo, por el rabillo del ojo, creo ver seres de verde que corren de árbol a árbol. Intento avisar a Angelito que pasa de mi. Ya los veo claramente, son un huevo de gente de verde, soldados vaya.

Nos dan el alto, yo flipo, los Ripollés que se mean encima, y Angelito "que les den por el culo, nos vamos corriendo". Yo pienso y digo "Nooo, mejor volvemos a decir que nos hemos equivocado". Justo cuando ya están a nuestra altura y yo ya había conseguido poner la cara de gilipollas y decía "nos hemos equivo..." nos cogen a los cuatro del brazo y pa dentro del cuartel.

Montados en una furgoneta nos adentramos hasta el corazón del cuartel, y descubrimos que estaba lleno de gente. Angelito nos daba instrucciones de cuales iban a ser nuestras declaraciones "cara de gilipollas" los Ripollés lo hacían de miedo, ya se les había quedado desde que nos dieran el alto, eso y la meada eran un punto a nuestro favor. Yo me tranquilizaba mientras visionaba la película.

_Qué traen aquí?
_Nada señor, cuatro crios, dos de ellos meados que estaban en la entrada.
_Por el amor de Dios Martinez, no ve que son gilipollas?
_OOh, perdón señor, nooo.
_Haga el favor de devolverlos donde los encontró.

Desperté de la ensoñación, con una sonrisa en la cara, cuando el portón se abrió y nos sacaron a tirones de la furgoneta. Angelito repetía "somos gilipollas" y los Ripollés seguían petrificados. Nos sentaron en fila y nos preguntaron los nombres, dirección y teléfono.

_Rii ri ricardo y lu lu luis Ripollés vivimos en Condes de Aragón 23 y el teléfono 976 23 45 61 (todo inventado por motivos de seguridad, que nadie llame, entendido!)

_Alex Mabry... y vivo en Residencial... y mi número es el 976...

Llego el momento de Angelito, levantó la mirada hacía el soldado que anotaba cuidadosamente todos nuestros datos, lo recordaré toda mi vida, todo parecía en cámara lenta. Sus ojos, su mirada, su mueca, había conseguido lo que se creía imposible, no era una cara de gilipollas, iba más allá, parecía... Retrasado mental!!! muchos habían hablado de esa "cara" pero nadie lo había conseguido antes. Se decía que Pablo Noailles, el mayor cabrón de la historia, cuando ibamos a tercero de EGB la hizo después de robar el coche de su padre, estamparlo contra un muro y acusar a unos gitanos de todo. Cuando le pillaron, para sorpresa de todos puso la "cara" y no le pasó nada. No sé si era cierto, pero yo lo estaba viendo en ese momento. Angelito le miró y el soldado..

_Estás bien hijo? anda dime tu nombre.

_ Me llamo Fermín, mis padres se están divorciando y no tengo teléfono porque nos cambiamos de casa.

Yo flipao, los Ripollés reaccionaron volviendosé con cara de más asombro si cabe, en ese momento descubrieron quien era Angelito de verdad, que huevos!!. El Soldado le miró y apuntó "feeermín".

_Vaya, lo siento chaval, no pasa nada Fermín.

Luego vinieron los interrogatorios, de todo tipo, juntos, separados, de dos en dos, tres y uno. Sin hacernos nada, no sabían que trataban con una pandilla de cabrones. Todo iba de put... hasta que llamarón a la guardia civil, y cuando pensabamos que los interrogatorios estaban superados, empezaron de nuevo. Nosotros ya conocíamos los chistes de guardia civiles torturando elefantes que acaban jurando que son conejos. Creo que Angelito, para el resto del cuartel, Fermín, por primera vez empezó a dudar.

Los guardia civiles eran dos, como no, uno bueno y otro malo. El malo, con gafas y bigote enorme, nada más llegar pidió los datos que les habíamos dado. Leyó la ficha de cada uno y...

_Quién es Fermín?

Angelito pegó un respingo. Yo me empecé a acojonar, ya llevabamos dos horas allí y esto cada vez se complicaba más. Encima Angelito estaba perdiendo la compostura. Intento hacer la "cara" pero esta vez le salió una mueca extraña.

_Que es esto de que no tienes casa ni teléfono, no me jodas, dime donde vives ahora. Y porque pones cara de idiota? tienes gases o que chaval?

Estaba claro que este no podía ser dominado por la "cara" era como en la profecía, que aseguraba que llegaría aquel que no se vería influenciado por...

_Y tu? tu eres el "Mauri" este que pone aquí? Alex? esto que es? otra broma?.

Noo, era un gilipollas, será cabrón? "Mauri", me cagüen su puta madre.

PD: prometo que la sigo pronto, y ya sabeis que lo que prometo, me lo paso por el forro de los cojones.

Besos chicos y chicas