LA BOMBA tercera parte
Yyyyyy!!! ehhhh!!! pero que. Nos miramos con cara de "era de pufo", que es lo que se decia entonces cuando tirabas un petardo y en vez de explotar hacía pffff y se moría. Pues a este artefactillo, al que habíamos quitado la anilla y lanzado a un campillo, le atribuimos la misma jerga, al fin y al cabo era un petardo pero en gordo y de los militares.
Total que mi madre me esperaba en el coche cabreada: "se puede saber donde estabas y que andabas haciendo", y yo: "es que estaba cagando", y ella: "siempre tienes que ser tan gráfico hijo mio". Y es que para mentir es la mejor excusa nadie pregunta nada más, probadlo. Una vez en casa y cuando estaba deshaciendo la maleta me encuentro la segunda "bomba" que se había quedado en mi mochila, no recuerdo en que momento, pero allí estaba. Así que la metí entre algodones en una bolsita que tenía y la guarde en el armario, lo típico que haríamos todos al encontrar un objeto de este tipo en nuestra mochila, no?.
Durante la semana siguiente fui la atracción del colegio, todos querían alguna de mis balas. Regalé muchas y otras las descabezabecé para hacer regueros de polvora a los que prendía fuego. Intentamos que explotaran algunas tirandolas contra la pared con todas nuestras fuerzas. En fin, todo lo se le puede ocurrir a unos chavales inteligentes y con ideas sanas. Esa semana pasó más rapida y en seguida nos plantamos de nuevo en el club de tenis.
Esta vez la voz se había corrido y eran muchos los que querían unirse a la expedición. Eramos famosos. Angelito viendo que la cosa causaba furor decidió que ese día haríamos dos viajes, uno esa misma mañana y otro por la tarde. Así que Paco "el melenas" o "el guarro" que siempre se estaba haciendo nudos en el pelo y escupiendo mientras hablaba contigo, y David el "pajillero", eso por que le pillaron detrás del frontón de tenis con un par de revistas dale que te pego y aun así no se detuvo hasta que acabó; fueron los primeros invitados a la excursión.
Esa mañana saltamos los cuatro la valla del club y caminamos hasta llegar a la puerta. A mi me faltaba el microfono para ir haciendo de guía "los obuses que ven en la entrada fueron los utilizados en la guerra de los tres días o cuatro no esta muy claro..." Paco y David estaban alucinados y mayor fue su alucine y de paso el nuestro cuando al llegar al primer almacen nos encontramos un soldado haciendo guardia. Nos miró, lo miramos y casi somos nosotros los que le preguntamos "ejem, perdón, se puede saber que hace aqui soldado, esto está abandonado y si no pregunte al socorrista del club de tenis..." pero no, mas bien fue al revés. En seguida Angelito salió con una historieta de que eramos lelos y nos habíamos equivocado, todos, por supuesto, la secundamos con nuestra mejor cara de gilipollas en plan " la verd.. es que.. nooo...yoooo" y nos fuimos como el que se ha equivocado de calle.
De vuelta en el club Fernando nos explicó que, a veces, mandan a alguien a por algo pero que es muy raro y aquello había sido mala suerte, pero que como ya habían ido por la mañana por la tarde estaría totalmente despejado. Aaaaahhhhhhhh, claro, claro. Tenía sentido, de hecho tenía mucho sentido y organizamos la segunda incursión al cuartel. Para esta los invitados serían los hermanos Ripollés. Aaayy los hermanos Ripollés, pobrecicos...
CONTINUARÁ...
Total que mi madre me esperaba en el coche cabreada: "se puede saber donde estabas y que andabas haciendo", y yo: "es que estaba cagando", y ella: "siempre tienes que ser tan gráfico hijo mio". Y es que para mentir es la mejor excusa nadie pregunta nada más, probadlo. Una vez en casa y cuando estaba deshaciendo la maleta me encuentro la segunda "bomba" que se había quedado en mi mochila, no recuerdo en que momento, pero allí estaba. Así que la metí entre algodones en una bolsita que tenía y la guarde en el armario, lo típico que haríamos todos al encontrar un objeto de este tipo en nuestra mochila, no?.
Durante la semana siguiente fui la atracción del colegio, todos querían alguna de mis balas. Regalé muchas y otras las descabezabecé para hacer regueros de polvora a los que prendía fuego. Intentamos que explotaran algunas tirandolas contra la pared con todas nuestras fuerzas. En fin, todo lo se le puede ocurrir a unos chavales inteligentes y con ideas sanas. Esa semana pasó más rapida y en seguida nos plantamos de nuevo en el club de tenis.
Esta vez la voz se había corrido y eran muchos los que querían unirse a la expedición. Eramos famosos. Angelito viendo que la cosa causaba furor decidió que ese día haríamos dos viajes, uno esa misma mañana y otro por la tarde. Así que Paco "el melenas" o "el guarro" que siempre se estaba haciendo nudos en el pelo y escupiendo mientras hablaba contigo, y David el "pajillero", eso por que le pillaron detrás del frontón de tenis con un par de revistas dale que te pego y aun así no se detuvo hasta que acabó; fueron los primeros invitados a la excursión.
Esa mañana saltamos los cuatro la valla del club y caminamos hasta llegar a la puerta. A mi me faltaba el microfono para ir haciendo de guía "los obuses que ven en la entrada fueron los utilizados en la guerra de los tres días o cuatro no esta muy claro..." Paco y David estaban alucinados y mayor fue su alucine y de paso el nuestro cuando al llegar al primer almacen nos encontramos un soldado haciendo guardia. Nos miró, lo miramos y casi somos nosotros los que le preguntamos "ejem, perdón, se puede saber que hace aqui soldado, esto está abandonado y si no pregunte al socorrista del club de tenis..." pero no, mas bien fue al revés. En seguida Angelito salió con una historieta de que eramos lelos y nos habíamos equivocado, todos, por supuesto, la secundamos con nuestra mejor cara de gilipollas en plan " la verd.. es que.. nooo...yoooo" y nos fuimos como el que se ha equivocado de calle.
De vuelta en el club Fernando nos explicó que, a veces, mandan a alguien a por algo pero que es muy raro y aquello había sido mala suerte, pero que como ya habían ido por la mañana por la tarde estaría totalmente despejado. Aaaaahhhhhhhh, claro, claro. Tenía sentido, de hecho tenía mucho sentido y organizamos la segunda incursión al cuartel. Para esta los invitados serían los hermanos Ripollés. Aaayy los hermanos Ripollés, pobrecicos...
CONTINUARÁ...
Comments
Y digo yo ¿cuantas partes tiene esta historia? ¿Se puede uno abonar y recibirla comodamente en casa junto con una preciosa bomba de ejercicios sin anilla? ;)
Por cierto, si este finde ves unas gafas de pasta roja por Zaragoza igual soy yo :D
Y eso de dejar con las ganas... en fin...no voy a entrar en ese juego. Las mujeres siempre pensando en lo mismo, de verdad eeehhh.
Me apunto lo del local (entre tú y yo, no tengo ni idea de dónde me llevarán estas muchachas). Pero si veo a un camarero moviendo las botellas de manera peligrosa le preguntaré si se llama Durdden ;)
pero antes de ir dime de que rollo vais a ir y os digo donde. Vale? además si vais a mi bar (InnoBar) o al Tal y Cual y decis que os mando yo os tratarán muy bien te lo aseguro.
Bueno ya me contarás. Estos comments parecen el messenger.
Ahora que ya he vuelto y lo he visto me apunto los sitios para otra vez, aunque seguro que no me acordaré y te volveré a preguntar (despistada que me estoy volviendo).
El messenger pero con días de retraso :O
Durdden, tú no te habrás leído el post de Nepomuk "Pentálogo del Post perfecto", verdad ;))
En mi nombre te lo linkeo con cariño :-*