Las hermanas chow
Eran tres, Xing, Lau y Ran, en orden de edad, un año las separaba, las más bellas mujeres que la ribera este del rio Tao hubiera visto nacer. Pero esa no era cualidad suficiente para que fueran tan respetadas. Las hermanas Chow eran conocidas sobre todo por su manera de preparar los calamares de rio salvajes tan típicos del lugar. Para todo aquel que haya elaborado unos calamares de este tipo tiene claro que la clave será como darles muerte, ya que cualquier error en la ejecución del animal será fatídica y su carne se convertiría en venenosa. Por eso, y por su suculento sabor, se convertían en manjares, que el gran Tao regalaba a unos pocos. Por supuesto hubo muchos que lo intentaron y que no consiguieron más que un segundo, quizá menos, de ese sabor indescriptible antes de que las neurotoxinas le paralizaran por completo y después le condujeran a la muerte. Las hermanas Chow, muy unidas desde pequeñas, pronto quedaron huerfanas debido a una mala preparación de estos cefalópodos el día...