Viviendo en la crisis
La reforma laboral está funcionando. Quiero decir que está en marcha. Porque el otro día un amigo encontró trabajo, eso sí, contrato temporal, pero era tan corto que cuando llegó a la oficina se le había acabado el contrato. Y claro, ni finiquito ni nada. La cosa está muy mal. Los mercados nos están apretando cada día más. Esto lo escuchó mi abuelo el otro día y se fue a darle de hostias al carnicero. Y es que nunca jamás se había hablado tanto de economía en España sin tener ni puñetera idea. Y con esto me refiero a los políticos. Porque mi abuelo escuchó que le bajaban la pensión y lo entendió perfectamente. Lo que pasa es que se fue al mercado equivocado. Lo malo es que llegamos tarde a pararlo y repartió en la carnicería que no veas, pero sobre todo se cebó con el de las olivas “¡Qué muchas de las “follás” van sin pepinillo!” gritaba. Ahora está en la cárcel por una equivocación. Es fácil equivocarse porque la situación es complicada y la gente está ner...